No sé si ocurre lo mismo con ustedes, pero cuando vi esta imagen por primera vez solté una gran carcajada para después sentirme culpable, pues tengo días en los que me comporto exactamente como lo describe este reloj ficticio que nos presenta la rutina diaria de un adicto a la Internet.
Esta imagen incluso puede servirnos para fabricarnos nuestro propio reloj de manecillas y recordarnos a cada hora que debemos despegarnos de la computadora por lo menos unos cuantos minutos al día. 🙂
Visto en: MakeUseOf